sábado, 24 de mayo de 2008

Hambrientos...sin satisfacción


Este domingo 25 de mayo platicamos sobre lo que Jesús quería decir cuando dijo: Yo soy el pan de vida, el que a mi viene nunca tendrá hambre. Nadie más en el mundo jamás ha dicho algo así. Suena bonito, pero, ¿qué significa?

Cuando tenemos hambre, buscamos que comer, según nuestro gusto. Y nos sentimos satisfechos por un tiempo. Luego tenemos hambre otra vez, y nuevamente buscamos que comer. Es lo mismo con la vida espiritual. Dios nos ha creado con hambre espiritual. Hay un vacío dentro de nosotros que solamente Dios puede llenar. Así nos hizo.

Pero el mundo ofrece un buffet de alimentos espirituales...religiones y sectas y filosofías. Personas toman de estos para llenarse. Pero ninguno de estas creencias puede llenarnos. Nos decepcionan...dinero, religiones, filosofías, relaciones. Por Jesús aclara que el que viene a él, nunca tendrá hambre. ¿Es cierto? Nunca sabrás hasta probar. Gracias que Jesús dice: Venid a mi todos los hambrientos. Esa hambre que tu traes, él la puede satisfacer.

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