Una noche llega un hombre llamado Nicodemo. Es rico, es inteligente, es religioso, es bueno, es un líder de su pueblo. Aparentemente tiene todo..bueno, no todo. Le falta algo. La falta paz con Dios. ¿No es gracioso...pensar que lo tienes todo y finalmente te das cuenta que no es nada en comparación con lo que te falta?
Nicodemo tiene el valor y la honestidad de ir a Jesús porque reconoce que Jesús viene de Dios. Jesús inmediatamente ve la necesidad en el corazón de Nicodemo y se va al grano... "amigo, tienes que nacer de nuevo".
Nicodemo no entiende. " Señor, ¿quieres decir que todo el esfuerzo que he hecho toda mi vida para complacer a Dios no sirve?" "Así es, mi amigo," contesta Jesús.
Hay una larga pausa mientras Nicodemo menea la cabeza: "No entiendo que más tengo que hacer. No puedo comenzar de nuevo. Ya estoy demasiado viejo."
Entonces Jesús le explica que el nuevo nacimiento es una obra de Dios. Que así como un bebé nace físicamente por la voluntad de los padres, así también nace uno espiritualmente, por la voluntad del Padre celestial. En ambos casos, el bebé no puede hacer nada. En ambos casos es voluntad y esfuerzo de los padres.
Toda su vida Nicodemo se había esforzado para complacer a Dios y ahora Jesús le esta diciendo que solamente Dios puede cambiar su vida, y Dios quiere cambiar su vida. Nicodemo solo tiene que responder al llamado de Dios.
La misma declaración de Jesús a Nicodemo es la misma que nos hace hoy..."tienes que nacer de nuevo". Y seguimos naciendo de nuevo, y renovando nuestras vidas. Esta es nuestra esperanza. Gózala para ti mismo, compártala con otros.
Para Cristo y su Reino,
Pastor Kenton
