sábado, 11 de octubre de 2008

Terminando bien...


La mayoría de nosotros casi nunca pensamos en como terminaremos nuestra vida. Más bien pensamos en los "que haceres" de cada día... y hay mucho que atender cada día. El fin de nuestra vida parece estar muy lejos de los afanes de cada día. Sin embargo, la forma en que vivimos cada día finalmente determina como serán nuestros últimos días.

Sansón es un buen ejemplo...aunque era el hombre más fuerte físicamente, resultó ser el más débil moralmente. Su problema era la soberbia y la lujuria. Por creerse fuerte, pensó que podía hacer lo que se "le daba la gana". Este era su estilo de vida...abusando de su fuerza y persiguiendo a las mujeres. No nos sorprende que finalmente esto lo llevó a la ruina.

En Jueces capítulo 16 leemos la historia del triste fin de Sansón. Lo encontramos en el rezago de su amante la Filistea Dalila, siendo presionado a revelar el secreto de su fuerza. Su lujuria lo tiene en la cama de Dalila y su soberbia lo tiene coqueteando con el secreto de su fuerza. Finalmente Sansón revela el secreto a Dalila, ella lo traiciona por dinero, le cortan el cabello y Dios le quita su fuerza.

Atado por sus enemigos los Filisteos, le sacan los ojos, (exactamente lo que lo metió en problemas) y lo ponen a moler como animal. Pero en tiempo su cabello comienza a crecer y un día cuando los Filisteos lo llevan a su templo pagano, Sansón le pide a Dios regresarle su fuerza una vez más para vencer las columnas del templo y morir con miles de Filisteos. Aunque sacrifica su vida, su fin es terrible. Nació para ser un hombre de Dios, y murió solo, esclavo, ciego y en un templo pagano. Que triste.

Por eso amados, es importante vivir cada día para la Gloria de Dios y así terminar bien nuestras vidas.
Por su Gracia,
Pastor Kenton

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