sábado, 19 de julio de 2008

POR QUE DIOS NOS PERMITE SUFRIR

Un matrimonio amoroso y dedicado a servir al Señor pasó años sin tener hijos. Gastaron miles en médicos buscando una solución, pero sin resultados. Oraron por años, pero el cielo permaneció en silencio y el vientre de la esposa vacía.

Y de repente un día la esposa descubrió que estaba embarazada. Dios por fin había contestado sus miles de oraciones. Que felices estaban. Finalmente nació un niño y lo nombraron Aarón. Era la respuesta a sus sueños y oraciones y encanto de sus vidas.

Cuando Aarón cumplió 3 años, le diagnosticaron con un cáncer peligroso. Siguieron 10 meses dolororos de quimioterapia y radiación. A pesar de todos los tratamientos, a pesar de todas las oraciones, el cuerpecito de Aarón siguió deteriorando. Finalmente Aarón pasó a la presencia del Señor...tenía solamente 4 años de edad. Todos preguntamos, ¿para qué se lo dio Dios luego para quitárselo¡ ¿por qué Dios? ¿Qué pasó?

Ahora que mi esposa Karen tiene cancer y será sometida a cirugía el lunes, nuevamente yo hago esas preguntas. En el mensaje del domingo 20 de julio estaré contestando estas preguntas lo mejor posible... de la luz que las Escrituras nos da.

Veremos que Dios no es autor del mal ni del sufrimiento. Esto existe por la caída del hombre, por la maldad de la gente, por el pecado en todo el mundo.

Pero, las Escrituras nos dicen que Dios puede usar la maldad y el sufrimiento para hacer cosas buenas.

Por ejemplo:
1. Dios usa el sufrimiento a traer a personas a Cristo.

2. Dios usa el sufrimiento para moldearnos a ser como Cristo.

3. Dios usa la experiencia del sufrimiento para ayudarnos consolar a otros que han pasado lo mismo.

Que bueno que Dios tiene la capacidad de sacar cosas buenas del dolor y sufrimiento. Karen y su servidor estamos pasando por aguas más profundas de lo que jamás hemos atrevesado...y será para la gloria del Señor y para profundizar nuestra fe. ¿Cómo podemos guiar a una Iglesia si nuestra fe no ha sido probada y engrandecida? Siempre estamos pidiendo..."Señor, denos más fe." Pues el Señor nos ha tomado la palabra.

Nuestra mejor esperanza es que algún día todo sufrimiento terminará y pasaremos a una vida gloriosa. Pablo dice que las tribulaciones de esta vida no se comparan con las glorias de la vida venidera. Gracias damos a Dios por la esperanza que nos da cada día.

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