Preguntas a la azafata: "Señorita, ¿para qué son estos pedales?" La Srta contesta: "El piloto despega el avión y nos sube a 33,000 pies de altura. Luego, todos los pasajeros tienen que pedalear para mantener los motores funcionando....es para conservar combustible.
¡Es absurdo! No importa que tan fuerte todos pedaleamos, yo sé que no vamos a llegar. Y no importa que tanto te esfuerces a mantener la salvación de tu alma, tampoco vas a llegar por tus propios esfuerzos. Si el piloto de nuestras almas no nos mantiene volando, no tenemos ninguna esperanza de llegar.
Nos preguntamos: Si soy salvo hoy, ¿lo seré mañana? Si peco, ¿puedo perder la salvación? Estas dudas pueden paralizar nuestra vida Cristiana y vivimos en una constante incertidumbre. Por eso el Apóstol Pedro nos ordena: "Por lo tanto hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió..."
Y gracias que el Apóstol Pablo nos asegura en Filipenses 1:6 "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".
La seguridad de nuestra salvación no depende de nuestros esfuerzos,ni de nuestra justicia, sino del autor de nuestra salvación. Lo que Dios comienza, Dios termina. Todos los verdaderos creyentes serán fieles hasta el fin. Pídale al Piloto de nuestra salvación que te dé esa seguridad y sé fiel en tu vida Cristiana.
Gracia y Paz,
Pastor Kenton
No hay comentarios:
Publicar un comentario